Una de las últimas fotografías del Bar Savoy, ubicado en la antigua casona que en otro tiempo albergó el Hotel Español, en calle San Martín, casi esquina 21 de Mayo. (Fotografía tomada en 1989. Archivo de Jorge Molina.)
Las edificaciones corresponden a una tipología tradicional de arquitectura nortina de inicios o mediados del siglo XX, construida principalmente en madera y adaptada a las condiciones áridas del desierto de Atacama. Se trata de casas de dos pisos con estructura y cerramientos de tablones, posiblemente de pino ociprés, material que era importado a los puertos del norte desde el sur de Chile o desde California.
El primer nivel presenta un uso comercial con puertas de madera maciza y vanos rectangulares altos que permiten ventilación cruzada y acceso directo desde la calle. La fachada es continua y lineal, siguiendo la trama urbana tradicional de los pueblos mineros y portuarios, donde las edificaciones se adosan unas a otras conformando una línea de fachada homogénea sobre la vereda.
El segundo nivel destaca por su balcón corrido, sostenido por pilares de madera y protegido por una baranda torneada de diseño sencillo, elemento característico de la arquitectura doméstica nortina. Este corredor superior servía tanto para la ventilación como para el control solar, creando una zona de sombra que mitigaba el calor extremo del mediodía. Las puertas y ventanas con postigos de madera abren hacia este corredor, lo que indica una distribución interior centrada en la funcionalidad y en la conexión con el exterior.
El techo a dos aguas con ligera pendiente y cubierta de planchas metálicas refleja una solución práctica frente a la escasa lluvia, priorizando la resistencia al viento y la radiación solar más que el desagüe pluvial. En el extremo derecho, el deterioro del alero y las barandas revela la antigüedad del inmueble, así como la falta de mantenimiento propio de muchas edificaciones históricas de la zona.
El conjunto combina elementos constructivos sencillos pero expresivos, que responden tanto a la economía de materiales como a la adaptación climática. La pintura amarilla y los detalles en madera oscura contribuyen a una lectura cromática armónica con el entorno desértico, donde la luz intensa realza los volúmenes y texturas.
En síntesis, la arquitectura ilustra un ejemplo representativo de la contrucción funcional, austera y de inspiración colonial tardía, reinterpretada bajo condiciones de frontera y en estrecha relación con la vida cotidiana de los pueblos mineros y portuarios del desierto.

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