“El Gobierno de Chile, la Caja del Seguro Obrero obligatorio, que me
honro representar, han concurrido con entusiasmo y fe a este torneo; la misma
fe y entusiasmo que nos impulsa en nuestra patria aportar todos nuestros
esfuerzos y voluntades a la defensa de la salud del pueblo, a la preservacion y
enaltecimiento de la vida...” Kulczewski,
Buenos Aires, 1938
Nacido en Temuco el 8 de enero de 1896, poseyendo ascendencia paterna
francesa y polaca, de madre nacida en la
ciudad de Concepción.
Ingresa a
estudiar arquitectura en la Universidad de Chile, en donde siendo estudiante, ya había proyectado el diseño de
algunas casas en Santiago Centro.
En la definición de sus estilos más trabajados, nos encontramos con una
mixtura de corrientes estilísticas, tales como Neogóticos, Art Nouveau y
Movimiento Moderno.
Fruto de la polarización
sociopolítica en los finales de la década del treinta, su vida iría más allá de
la proyección y diseño de edificaciones, ya que su interés por la política hizo
que se involucrara considerablemente en la Campaña
Presidencial iniciada en 1938. Su bastión de lucha ideológica sería el
llamado Frente Popular[1],
alianza política conformada por Radicales, Comunistas, Socialistas. Luego, se
incorporarían variados sindicatos, entre ellos todos los agrupados en la Central de Trabajadores de Chile (CTCH), la
Federación de Estudiantes de Chile (FECH) y el movimiento mapuche constituido
en el Frente Único Araucano, conformando una alianza estratégica para
establecer la candidatura del Profesor de Castellano y Abogado Pedro Aguirre
Cerda, quien resultó electo y gobernó
entre 1938 hasta 1941[2] bajo
el lema “Gobernar es Educar” y “Pan, techo y abrigo”.
Su
vinculación con el Presidente de Chile Aguirre Cerda, alias “Don Tinto”, se había iniciado en el
Instituto Nacional lugar en donde fue su profesor. Desde allí Kulczewski se enlazó con movimientos izquierdistas lo cuales
profundizarían su vinculación en su estancia en la Universidad de Chile.
A
su vez, los devastadores efectos del gran terremoto de Chillán en 1939, que
significó la horrenda cifra de 40.000 muertos y una ciudad totalmente
colapsada, instaló una nueva discusión en cuanto a los destinos de la nueva
arquitectura, sumando a esta discusión la realidad, o problema, que
representaba las viviendas económicas levantadas en toda la zona asolada[3]. En ese contexto se realiza el Congreso
Panamericano de la Vivienda Popular en la ciudad de Buenos Aires. Este congreso
permitió hacer un balance y diagnosticar el estado de la situación que
enfrentaba el problema de la vivienda en el país, conviniendo con el desastre
del terremoto y la reciente creación de la Caja de la Habitación Popular[4].
Luciano
Kulczewski asistió a este congreso como Delegado del Gobierno Chileno, siendo
designado como vicepresidente del mismo simposio[5].
Refiriéndose a la situación de la realidad chilena, en su discurso, señalaba
que los esfuerzos realizados eran escasos, “la
causa principal ha sido el punto de partida erróneo de los planes: un criterio
financiero y no económico social”[6].
El arquitecto Max Aguirre apuntó sobre lo anterior a que, en el decenio de
1929-1939 se construyeron en Chile 60.000 viviendas fuera de la iniciativa
privada, por lo que, se requerían 50.000 por año, sólo para atender el
crecimiento vegetativo de la población, como así también para reemplazar a las casas
obsolescentes. En esta lógica, la mirada de este arquitecto era asiduamente
crítica y podemos concebir desde sus palabras que la solución habitacional, que
entraña un impacto tremendo en la calidad de vida de sus usuarios, no debería
estar constreñido sólo a un criterio economicista, o más bien financiero. En
este tenor, hemos verificado que su tesis ha sido inmensamente comprobada en la
indagación de las soluciones otorgadas por el Estado frente a las problemáticas
habitaciones. Soluciones que sólo reprodujeron la pobreza, la insalubridad y
las patologías.
En los principales postulados planteados por
Kulczewski en el Congreso de Buenos Aires, caló hondo aquella que hacía mención
al vigoroso cuestionamiento a las
políticas habitacionales impulsadas por el Estado de Chile. En ella, este
arquitecto señaló que, “se gasta ingenio
y tinta en buscar soluciones que van desde el material inverosímil hasta
planimetrías absurdas como nichos de cementerio; o se buscan terrenos que, por
su precio, linden a paramos o basurales en los extremos de las ciudad creando a
sus viviendas, nuevas y crueles diferencias”[7]
Este criterio financiero en la solución
habitacional, se alejaba completamente del propósito inicial, de su propósito
en pro de la sociedad, dando paso a trágicas formulas, conventillo: pueblo. “El
Conventillo-Pueblo no puede romperse nunca mientras exista ésta política (…) la
realidad nacional sudamericana, es una práctica igual para todos,
Conventillo-Tugurio, y como resultante Morbilidad y Mortalidad”[8]
que venían acrecentar sólo resultados aterradores.
En
el discurso dictado por Kulczewski, se
dejó en claro que la política tradicional del Estado chileno sólo formaba
barriadas de casas baratas que evidenciaban el contraste entre “los felices y los infortunados, enrostrando
una vez más a estos últimos su condición” luego agregaba que eran sólo
hangares ordinarios y minúsculos, espacios en donde era imposible reconstituir
el hogar. “…la familia modesta, hoy
destruida por falta de vivienda adecuada, las enfermedades inherentes al
tugurio, al alcoholismo, el desanimo fatalista y la muerte prematura, donde no
podrá oírse jamás un canto alegre a la vida que sonaría a sarcasmo entre
harapos”[9].
Seguidamente,
como una forma de retribuir su entrega en la campaña presidencial, pero por sobre todo por su filosofía
social, su óptica del rol del Estado en
cuanto a la vivienda, el electo Presidente Aguirre Cerda lo nombra Administrador de la Caja de Seguro
Obrero Obligatorio a contar de 1939,
Kulczewski estuvo en el cargo entre el 13 de enero de 1939 y el 16 de febrero
de 1940. Corto, pero fructífero
periodo para instaurar uno de sus
proyectos más emblemáticos en la arquitectura: la creación de conjuntos
habitacionales colectivos para trabajadores, enmarcándose en la obtención de
una vida salubre en pos de una mejor calidad de vida. Estos Edificios
Colectivos vendrían a renovar la moderna forma de habitar de los nortinos,
siendo su sello la contextualización del diseño
a la aridez del norte.
No obstante, surgiría la renuncia de
Kulczewski la que se debió a una investigación sumarial ejercida en vista de su
gestión, para lo cual se le pidió que tomara vacaciones. El sumario apuntaba a
críticas, que llegaron incluso desde la Cámara de Diputados, en donde se le
acusó de irregularidades, “el
señor Administrador General don Luciano Kulczewski, autorizó gastos,
registrados en la cuenta Acción Social, en beneficio de los obreros, sin contar con el acuerdo del Consejo, si bien más
tarde aquel cuerpo Directivo aceptó implícitamente ante la situación de hecho
producida. El mismo ex-Administrador anticipó fondos al Contratista señor Aliro
Cordero, sin autorización del Consejo, avances que quedaron regularizados en
'el curso la realización de las obras con la presentación de los respectivos
estados de pago”[10].
Otros cuestionamientos se referían a que, “Ateniéndose al espíritu con que se redactó la cláusula 6º del borrador
del contrato cost-plus, el señor Aliro Cordero debió presentar una garantía por
valor de 600.000 pesos para
responder a la ejecución de las obras que se le confiaron, en vez de 300.000
pesos a que ascendió la caución que otorgó”[11].
Frente a ello, decide dimitir
indeclinablemente. A esas alturas, su imagen pública ya estaba consolidada, en
cuanto a una sensible percepción popular y por
su gestión, además por la innovación en la visión estratégica de la
institución que él implantó con su filosofía social. En esas circunstancias,
los obreros de la construcción de los edificios en Tocopilla, realizaron una
protesta. La Prensa informaba que, “El Gobernador del Departamento dio cuenta
al Ministerio del Interior de la manifestación callejera realizada por los
obreros del Colectivo en la noche del martes sin autorización previa, para
manifestar al gobierno que por ningún motivo aceptaban que el Administrador de
la Caja del Seguro renunciara a su cargo”. En el telegrama se contaba que,
este hecho era la manifestación de los obreros, empleados del señor Luis Araya,
Inspector de Obras por cuenta de la Caja y el señor Luis García, Presidente del
Sindicato.
En
el decir de El Mercurio de Santiago, el arquitecto “Kulczewski logró plasmar una arquitectura con identidad nacional. Es uno
de nuestros arquitectos más prolíficos; desarrolló varios estilos antagónicos,
desde el neomedievalista al Art Nouveau, el Art Déco y el neoclasicismo
francés. Todos, con una gran calidad arquitectónica (…) Además, tuvo una
profunda vocación social: construyó muchos conjuntos poblacionales adscritos a
la Ley de Edificación Barata, logrando que cada casa tuviera una identidad
propia…”[12]. Se suman a estas consideraciones las mismas palabras
emitidas por el arquitecto Kulczewski en 1938, aquellas que nos señalaban por
allá en 1938, que “…el Gobierno de Chile,
la Caja del Seguro Obrero Obligatorio, consideran que la política de la
vivienda debe ser dar habitación higiénica confortable y bella, que tienda a
reconstruir el hogar, la familia proletaria, y con ello recuperar para la
sociedad, justa y armónicamente organizada, a la inmensa mayoría de nuestros
conciudadanos”. Sobre estas últimas líneas, se ha apostillado a que el
arquitecto reflejó la conciencia alcanzada sobre el tema de la vivienda y pone
en evidencia a la dimensión social que caracterizará el sentido de lo moderno
en el ámbito de las viviendas para los sectores obreros y, en general, para los
grupos de más bajos recursos. Se postula a una vivienda bien situada, de
acuerdo a las necesidades de trabajo de sus ocupantes, bien construida y más
allá de los costos[13].
Descarga libro Edificios Colectivos de la Caja del Seguro Obrero Obligatorio de Tocopilla. Movimiento Moderno, solución social.
[1] Una vez que el Frente Popular se hizo cargo del gobierno, la coalición con un fuerte rasgo de
centroizquierda, llevó a cabo un ambicioso programa educacional, que se
pronunció en la construcción de alrededor de un millar de escuelas básicas y la
apertura de 3.000 plazas para profesores. No obstante, su mayor apuesta como
gobierno estuvo en la instauración, en 1939, de la Corporación de Fomento de la
Producción (CORFO), cuyo objetivo fue el fomento y promoción de la economía de
Chile en sus heterogéneas áreas, por
razón de políticas públicas destinadas a impulsar la producción industrial y la
modernización del sector agrícola. Cimiento primordial de esta maniobra de
desarrollo fue una política arancelaria y cambiaria que incentivó la
sustitución de importaciones de bienes intermedios y manufacturados, periodo
conocido como ISI. Este proyecto incentivó la creación de líneas de crédito de
apoyo a la industria, la construcción de infraestructura y la instalación de
industrias básicas, como el refinado de combustibles y derivados del
petróleo, la producción de acero y generación de energía eléctrica.
[2] El 10 de noviembre de 1941, el
Presidente Pedro Aguirre Cerda gravemente
enfermo, delegó su cargo,
entregándoselo al ministro del Interior, Jerónimo Méndez Arancibia. Luego
de 15 días de agonía, falleció el 25 de
noviembre por causa de una tuberculosis,
dejando de existir tras tres años de gobierno. Sus funerales dieron
muestra del enorme aprecio que la nación le manifestaba, miles de personas se
volcaron a las calles para despedir al
llamado “Presidente de los
pobres”.
[3] En la cuantificación de los terremotos acaecidos en
Chile, al menos en el lapso 1906 y 1942, hubo tres grandes eventos de esta naturaleza;
Valparaíso en 1906, Talca en 1928 y el gran terremoto de Chillan en 1939. En
todos estos fenómenos, la construcción en adobe queda obsoleta. Según Aguirre
(2004) el terremoto de Talca impulsó la promulgación de la primera Ordenanza de
Construcciones que exigió cálculo de estructuras, uso de albañilería reforzada,
permisos de edificación y planes reguladores.
[4] Aguirre (2004) pág. 90.
[5] Ibídem, pág. 91.
[6] Ibídem. Pág. 91.
[7] Kulczewski (1938) ponencia en el Congreso Panamericano de la Vivienda Popular.
Buenos Aires, Argentina. Revista Acción
Social. Enero 1940.
[8] Ibídem, pág. 6.
[9] Ibídem.
[10] Archivo Cámara de Diputados, acta de la Sesión
Ordinaria Nª 10, martes 10 de julio de 1941. Pág. 79.
[11] Ibídem, pág. 79.
[12] El Mercurio de Santiago, 15 de junio 2011.
[13] Aguirre (2004) pág. 92.
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