Las
primeras referencias del aeródromo de Barriles datan desde la década de 1930. La necesidad de vincular el puerto de Tocopilla con otras ciudades de
Chile era imperante ante el aumento de los flujos de pasajeros en los vapores por
la casi inexistencia de caminos entre Antofagasta y por la extensión del camino
con Iquique. Caminos largos, arenosos, confusos y peligrosos.
El municipio solicitó al Subsecretario de Aviación la
implementación de un aeródromo; “...el cual debe responder al creciente
desarrollo de la ciudad y de la región y
en la conveniencia nacional de surcar el aire...”[1]. Este deseo luego sería complacido
con la implementación del aeródromo de Barriles: en un principio la pista
apenas superaba los 1000 metros de largo.
Luego, en 1932, el gobernador
Lindorfo Alarcón, en un oficio enviado al Alcalde Juan Daniel Ruíz solicitaba
mayor información en cuanto a las características de la habilitación de esta
pista de planeo diciendo: “la cancha de aterrizaje para aviones que
existe en Barriles fue construida con fondos aportados por la I. Municipalidad,
este hecho me hace presumir que existen antecedentes sobre el particular (…)
por ello solicito más información, en cuanto a dimensiones y planos de la misma
(…) a petición de la Dirección de la Aeronáutica, agradeceré que sirva decirme
si acaso la Municipalidad, estaría dispuesta a prestar alguna ayuda pecuniaria
o de otra especia para la instalación y mantenimiento del aeródromo”[2]
Desde entonces, Barriles comenzaba a
tomar presencia como punto alternativo de viaje. Sus orígenes fueron precarios,
con muchas dificultades de implementación y dificultades topográficas, tanto por el acceso, consistente en atravesar
toda la macroforma que significa la Cordillera de la Costa a través de la
Quebrada de Barriles, y las problemáticas propiamente físicas del aeródromo.
Una vez que se instaló el primer
agente de LAN en Tocopilla, el español José Juan Iñesta, quien además fue dueño de la
radio Covadonga, asumió el encargo de mejorar la habilitación de
la pista.
Antes de finalizar 1941 se dio
término a las obras que se realizaban en los aeródromos de Barriles en
Tocopilla y La Chimba en Antofagasta, con lo cual los aviones de la compañía
LAN dejaron de maniobrar en el antiguo y
malogrado aeródromo de Portezuelo.
A comienzos de 1941, LAN recibió los tres primeros Lockheed Electra A - 10. Estas naves iniciaron los primeros servicios a la zona
norte el 11de Marzo de 1941, con una alta expectativa de los usuarios y
ansiosos pasajeros.
Con la incorporación de los aviones
“Electra”, la línea aérea nacional,
estuvo en condiciones de atender los siguientes itinerarios a la Zona
Norte:
Lunes, Miércoles y Viernes: Ovalle - La Serena
- Vallenar -Copiapó -Taltal - Antofagasta - Tocopilla – Iquique.
Martes y Sábados: Vallenar - Taltal –
Antofagasta - Tocopilla - Iquique – Arica.
Según el piloto Sergio Barriga Kref, la pista de Barriles
era tan deplorable que “en Tocopilla en
un comienzo no se aterrizaba, pasando los aviones lento y muy bajo sobre la
pista, oportunidad en que primero los pilotos lanzaban la valija con la
correspondencia para enseguida, con un garfio que llevaban en el avión. Coger
otra que estaba colgada de unos postes.”[3]
Despuntando la década de 1960, ante el aumento de la demanda, la pista requirió ciertos arreglos, los cuales
pasaban netamente por ampliar su longitud de 1.200 metros a 1600, siendo
preciso un ancho de 30 metros. El alcalde Julio Fernández, quien había tomado
la idea de su antecesor Óscar Varela Hidalgo, mencionaba que “la prolongación debe consistir en 414
metros precisos, pavimentados, además de un ancho de 60 metros por ambos lados
en la misma prolongación, pero sin pavimento, quedando en un total de 1614
metros cubiertos con asfalto”.
El acta municipal[4] hacía
mención que la inspección estaría a cargo del Ministerio de Obras Públicas y
que los costos no superarían los E° 84.000. Para dicho propósito, la empresa
contratista de Nicolás Acle, contrataría a medio centenar de trabajadores.
En el informe del empresario
contratista se mencionaba un severo desnivel en la pista que bordeaba los casi
15 metros, lo cual implicó un gasto no previsto en el presupuesto inicial, el
que se manifestó básicamente en el traslado de mayor material de rellenos y su
posterior compactación.
El movimiento que generaba Barriles
no era menor, la sede de LAN en Tocopilla estaba en calle Bolívar siendo su
agente, en la década del 40, Juan
Valentín Owen Latrille.
Desde la década de 1970, la empresa LAN dejó de recurrir a este aeródromo. Lo que significó el abandono y el posterior deterioro. En el año 2007, por efecto del terremoto Tocopilla quedó totalmente aislado
terrestremente; así Barriles fue el único puente de vinculación que existió para
que llegasen los primeros socorros.
[1] Arch. Gob. Toc.; copia de actas municipales. 21 de
Julio de 1930.
[2] Arch. Gob.
Toc, Oficio N° 447, dirigido a Juan Daniel Ruiz, Alcalde. Remitente Lindorfo Alarcón. 23 de agosto de
1932.
[3] Barriga, en “Del los Gipsy Moth a los Trimotores Ford”.
[4] Acta
Municipal de Tocopilla, 16 enero de
1962.
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