Uno
de los amasaderos más relevantes en los inicios del siglo XX fue la Panadería
“El Cañón”. Local de material ligero
que, en enero de 1930, fue destruido por gran un incendio, el cual
se propagó en gran parte del sector periférico norte de la manzana constituida
por calle Baquedano, Prat y 21 de Mayo, consumiendo parte importante de ese sector céntrico colmado del pino
oregón. Este inmueble fue reemplazado por una obra en concreto tal como la
conocemos hoy, data precisamente desde 1930: el año de su reconstrucción.
Su propietario fue el señor Pedro
Mondaca quien fue beneficiado por las grandes compras realizadas por el Estado
para implementar la Olla del Pobre en 1932. [1]
Por ejemplo, el 14 de abril de 1932
Mondaca emite una factura por la suma de $15.824.80 pesos por el concepto de “Suministración de pan para los obreros
cesantes desde el 22 de febrero hasta el 31 de marzo, inclusiva pedidos (…) se
otorga con cargo a la Ley de Régimen Interior[2]”
Con el correr de los años este
local sería dividido en dos y surgiría otro negocio también muy presente en la
historia comercial, la electrónica "Radiolandia", siendo su propietario Manuel
Vergara, quien con su negocio se ha dedicado a la reparación de artículos
electrónicos, venta de repuestos, amplificación de eventos; generalmente
oficiales y artísticos, asimismo a la difusión comercial de otros negocios a
través de su antiguo furgón Suzuki y su particular bocina en el techo del
vehículo.

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