lunes, 17 de febrero de 2025

TRANSFORMACIONES EN QUILLAGUA (1954-1975)

 



Con el cierre paulatino de la Oficina salitrera Prosperidad desde 1954 a 1957, que en ese entonces pertenecía a la Cía. Salitrera Tarapacá y Antofagasta, la central hidroeléctrica de Sloman entró en un cese definitivo. Con dichas paralizaciones y desarmes, adicionando la paralización de la Oficina salitrera Empresa y Rica Aventura, quedaron cesantes 1800 obreros. 

En 1961 se solicitaba, desde el Senado al Ministerio de Economía, tomar las medidas necesarias para evitar el desmantelamiento del Tranque Sloman para así ponerlo al servicio de los agricultores quillagüeños, tranque que se “encuentra en perfectas condiciones”. Así, se quería advertir al nuevo dueño del sitio, Isidoro Andía Luza, para que no desmantelara y no vendiera los materiales:

Las ventajas de esta medida para el progreso de Quillagua son inmensas, pues podría contarse con electricidad y otros adelantos. El pueblo de Quillagua cuenta con 650 habitantes y surte de productos agrícolas, especialmente alfalfa forrajera, a Tocopilla, Antofagasta y las Oficinas Salitreras. Al desmantelarse el tranque Sloman, los esforzados trabajadores de Quillagua verían desvanecerse una posibilidad concreta de progreso que ahora es real y poco costosa” (Cámara de Senadores. 26ª Sesión ordinaria, martes 2 de febrero de 1954, p. 1261). 

Como se puede advertir, la población en el valle creció por efecto de la demanda de alfalfa en los puertos. Esto también daba muestras de un pequeño lapso de apogeo. 

En enero de 1964, en el Senado de la República se comentó que en Quillagua había serios problemas con la disposición de agua potable y que por ello era necesario estudiar la captación subterránea de agua, indicándose: “En la actualidad los pobladores pagan las sumas de Eº 0,31 y Eº 0,36 por tambores de 200 y 220 litros respectivamente, a los Ferrocarriles del Estado, debiendo transportar a lomo de mula o en carretelas este vital elemento hasta sus casas” (Cámara de Senadores. 38ª Sesión ordinaria, martes 28 de enero de 1964, p. 2931). 

Dentro de esta crisis estructural, ha sido posible atestiguar cortos periodos positivos y productivos. Por ejemplo, el 14 de septiembre de 1968, se inauguró una Planta Piloto de Destilación Solar, gracias a la gestión del Laboratorio de Energía Solar de la Universidad Técnica Federico Santa María y el apoyo de la Gobernación. La segunda etapa fue inaugurada en julio de 1970. En el mismo periodo, el valle se consolidó como espacio recreacional para cientos de tocopillanos que subían desde la costa. Una de las empresas que articuló dichos trasiegos fue la empresa Chang Hnos., de Tocopilla, propietarios de un microbús con capacidad para 40 personas. Bañarse en un río, aunque contaminado, era un modo de jolgorio y disfrute para cientos de escolares portuarios. 

Por otra parte, en 1975 se inauguró la represa de Conchi (70 kilómetros del noreste de Calama), construcción iniciada en 1968, lo que encarnó una significativa disminución del caudal del río, por efecto de racionamientos que priorizaron la producción minera, y el aumento de la condición salina del curso. Cabe indicar que dicho tranque fue proyectado para contener 22 millones de metros cúbicos. De ese modo, surgieron fuertes racionamientos del agua y sistemas de turnos para los regadíos. Si antes del tranque se disponía de alrededor de 600 litros por segundo, después se tendría 350 litros por segundo. Dicha merma hídrica se intensificó con la captación de aguas en la zona de Lequena.

Dicho quinquenio también densificaría la crisis al dejar de circular el Ferrocarril Longitudinal en 1975, generando un fuerte impacto comunitario en cuanto al comercio, a las comunicaciones y a la articulación vial de Quillagua.

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