En 1929 se erige en Tocopilla un
monumental edificio a cargo de la empresa Bidwell, empresa que se encomendaría
la gran labor de entretener al público tocopillano a través del cine y el
teatro.
Este nuevo edificio mantenía la tradición de situar en lo alto de su
construcción la fecha de levantamiento como asimismo la letra inicial de su
dueño, en este caso la letra B, de Bidwell.
La atracción por este cine fue inmediata, en los años treinta, la
diversión giraba básicamente en los estrenos del Teatro Nacional, coincidiendo
que por estos años comenzaba a incursionar el cine sonoro, generando con
ello una gran atracción lo cual se expresaría en el alto número de
asistentes al cine de calle Bolívar.
Una de las producciones más vista por los Tocopillanos fue “Presidio”,
la obra que prácticamente divinizó al actor chileno Tito H. Davison,
y que era secundado por los famosos artistas españoles José Crespo y Juan
Landa.
Otras notables producciones que sorprendieron a los coterráneos fueron
“El pequeño Cesar”, “Aventuras de Búfalo Bill”, “El hombre que imitó a
Dios”, “El Testigo”, “La de los ojos de almendra”, “Ángeles en el
infierno”, “Scarface”, “Regeneración”, “El puerto del infierno”, “La Venenosa”,
“El Secreto del Collar”[1] entre otras…
Pero, no solamente del cine y teatro se divertían los tocopillanos y
tocopillanas sino que también del box, uno de los deportes favoritos de los
obreros y portuarios. En estos espacios destacaron varios púgiles, entre
ellos muchos tocopillanos, como Alfredo Román, René Sánchez y Rafael Barraza,
también brillaban Kid Cabritilla, Marcial Vargas y el famoso
“Ñato” Plane.[2]
Las peleas de box en el teatro, al igual que su masividad y convocatoria,
eran de alta tensión, siendo asiduas las peleas bajo el ring y protagonizadas
no precisamente por los boxeadores sino que por el público, el cual muchas
veces no creía en los resultados de algunas peleas, considerándolas como mero
montaje acusando “notorios tongos”.
Pero una vez acabadas las peleas cruzaban a la fábrica de la amistad
etílica, al Schopp Antofagasta, cantina muy concurrida después de
cada pugilato en donde se comentaban las peleas y se realizaban las apuestas
para las próximas disputas. El dueño de esta taberna era Willy Borchers, quien
ofrecía para su clientela “…cerveza blanca y negra como así también los
Sándwich calientes” [3] toda una atracción para la época. No
obstante las discusiones no eran solo sobre el box, sino que también versaban
sobre el cine, el cual recién comenzaba a ser sonoro, ante ello surgieron los
que opinaban que debería seguir siendo mudo y los que opinaban que era bueno
que fuera sonoro. Muchos cuestionaban la sonoridad sin haber nunca entrado a
ver películas en ese formato, pero una vez que fueron testigos del impacto
acústico, su opinión cambiaba radicalmente. [4]
El dueño de la Empresa Bidwell realizaba obras sociales, en el sentido
de lograr comprender que no todos tenían acceso al cine, mucho más en el
contexto del inicio critico de la década del 30, ante ello el Gobernador
Lindorfo Alarcón, en una carta dirigida al Jefe del Departamento de Extensión Sociológica Cultural, informaba que en
Tocopilla, “la única empresa teatral y cinematográfica era la de los señores
Bidwell Hijos, representada por Guillemos Bidwell, tal pronto como se les hizo
las peticiones para dar funciones gratuitas a los cesantes, sucedió a ello
habiendo comenzado dichas funciones el sábado 13 de agosto (…) siendo en
la Inspección del Trabajo, el lugar en donde se distribuyen las entradas” [5].
Además de grandes estrenos, El Teatro Nacional fue el espacio para la
proclamación de variados candidatos a Diputado, Senadores, Alcaldes y Presidentes,
entre ellos Jorge Alessandri. Asimismo se presentaron connotados grupos
musicales como Los Panchos.
Este local, ha poseído dos fachadas: la primera que fue cimentada en 1929,
pero lamentablemente se vio afectada por el terremoto de la noche del 20 de
diciembre de 1967, ante ello se optó por reemplazarla por una que le dio una
característica de cubo, con ventanas más pequeñas, prescindiendo del ornamento.
[1] Películas
promocionadas en el Diario El Proletario
de Tocopilla. Ediciones de enero de 1933.
[2] Diario El
Proletario, 3 de enero 1933.
[3] Diario El Proletario,
31 de diciembre de 1932.
[4] Barrera,
2007.
[5] Arch. Gob.
Toc. Oficio N° 358, dirigida a la Jefe del Departamento de Extensión
sociológica Cultural, del Ministerio del Trabajo. 26 de agosto de 1932.
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