La historia parte con la llegada de la compañía
norteamericana Chile Exploration en
1914. Sólo el conflicto bélico vivido en
el mundo a la sazón, habría retrasado en cortos plazos la construcción de las
instalaciones.
Cuando Chile Exploration se vino a
instalar la intención inicial era el agónico puerto de Cobija. Sin embargo, los
vecinos tocopillanos reclamarían fuertemente a las autoridades para que no se
autorizara la concesión a esta compañía en el citado puerto, ya que traería un
menoscabo económico a Tocopilla; se acrecentaría la emigración y se perdería la
importancia en el concierto provincial. Otro argumento apuntaba a que Cobija,
aniquilado por el maremoto de 1877, se convertiría en un verdadero “feudo”
gringo; letal para la soberanía chilena, tan en boga en aquella época de
incorporación reciente de Tocopilla a Chile.
Cuando
se supo que esta compañía anclaría en Cobija, aumentó considerablemente la
solicitud de los particulares para obtener una concesión. Las autoridades
presionaron a los inversionistas
instalándose, definitivamente en
Tocopilla. Entre los férreos oponentes estuvo el diputado Lindorfo Alarcón y el
médico Víctor Alzérreca, quienes realizaron gestiones de alto nivel para evitar
el emplazamiento de la compañía en el otrora puerto boliviano.
Esta planta se denominaría la Coast Plant. Una vez que estuvo claro que el gobierno chileno no veía
con buenos ojos la instalación en
Cobija, se hicieron
las adquisiciones en
Tocopilla protegiendo esos terrenos
del sector Algodonales con pertenencias
mineras, procedimiento usual
en estos casos. Los terrenos fueron adquiridos a la
Compañía Salitrera H. B. Sloman y Cia. en marzo de 1914.
El
28 de marzo de 1914, la Intendencia de Antofagasta, a través del Sub Secretario
del Ministerio del Interior, informa del decreto que autorizaba la instalación
de la planta. “…apruébese el proyecto
presentado por el señor James Walmsley, por los señores Duncan Fox y Compañía,
representantes de The Chile Exploration Company para instalar planta eléctrica
en Tocopilla, para transmitir energía de alta tensión a Chuquicamata, con
conformidad al plano y memoria explicativa que quedan archivados en la oficina
técnica de acuerdo a la Ley N°1665 del 4 de agosto de 1904 sobre permiso de
instalaciones eléctricas. Decreto reglamentario de la misma ley N° 4896 de 14
de diciembre del mismo años y decreto N ° 749 del 6 de marzo de 1911, en su caso
sobre existencia de líneas eléctricas aéreas en una misma calle o recinto. 2°:
sin perjuicio de los derechos de terceros, autorizárseles para ocupar por el
termino de diez años contados desde la fecha en que se de principio a la
explotación de las obras los bienes fiscales y nacionales de uso público que
fueren necesarios para la instalación del servicio. 3°: los trabajos deberán
iniciarse en el plazo de seis meses (…) autorizase al Gobernador de Tocopilla
para que en representación del Fisco firme la escritura pública a que sebera
reducirse el presente decreto. Barros Luco, Rafael Orregos, Julio Fabres”.[1]
En el mismo mes, se instalaron las
cuatro primeras unidades que significarían el montaje de dieciséis calderas de
600 caballos de fuerza y cuatro turbinas
que producirían cuarenta mil kilovatios. Las instalaciones fueron
construidas por la Casa Siemens-Schuckert.
En 1915 la
compañía funcionaba con diez calderas Babcok provistas con tubos para agua para
que, de este modo, se produjera vapor
saturado a 215 libras, el cual al ser sobrecalentado obtenía a una temperatura
de 525 Fahrenheit. Desde todas estas instalaciones se inició un sistema de postación que atravesaba toda
la Cordillera de la Costa luego la Depresión Intermedia hasta llegar a Chuquicamata,
situada a 140 kilómetros y a una altura de 2.760 metros sobre el nivel del mar.
Desde la costa se iniciaba esa larga fila de
altas torres transportadoras. “(…)
la energía total que en forma de corriente trifásica a 100.000 voltios llega de
Tocopilla, es transformada a 5.000 voltios y convertida a continuación la mayor
parte de ella en corriente continua de un promedio de 235 voltios, mientras que
el resto sufre una segunda transformación a 500 voltios en la misma estación y
auxiliada con estación auxiliar distante a 400 metros de la principal”[2].
Cabe
señalar que el sistema de postación tiene la particularidad de hacer que cada torre esté separada por 200 metros por
término medio, en algunos sectores, especialmente en las Cordillera de la
Costa, hubo excepciones que hicieron que la separación fuese de 400 metros. “…los tres conductores existente en cada
torre de alta tensión van dispuesto en un plano horizontal a una distancia de
3,95 metros uno de otro y tendido de tal suerte que el apoyo de suspensión de
las cadenas viene a estar a una altura de 13, 3 metros sobre el suelo.”[3]
Ya
en 1916, la planta de Tocopilla se
constituyó en una de las más modernas del mundo y en una de las primeras en
transmitir energía eléctrica a tan alta tensión. En esa misma fecha poseía una
potencia mayor que la de las empresas que en el futuro formarían CHILECTRA, las
que abastecían a Santiago y Valparaíso.
Luego,
en 1918 se inauguraron calderas pero con una potencia del 1350 caballos de
fuerza. La misma forma se agregó un turbo generador de 10.000 kilovatios en
conjunto con un vaporizador con capacidad para estilar alrededor de diez
toneladas de agua.
En
la década del veinte, la compañía
solicita permisos para instalar una cañería flotante movible para facilitar la
descarga de petróleo. Estas cañerías
flotaban mediante unos tambores de aceite vacío. Posteriormente estas
serían reemplazadas por cañerías sub marinas.
El
segundo cuerpo de la planta de baja presión fue de instalaba en 1926. En
aquella época se montaron seis calderas que producía un vapor saturado a 200 a
215 libras sobrecalentando a 550 Fahrenheit. Esas calderas habían sido
diseñadas y montadas para activar una potencia de 1.403 EPB, las cuales
poseían tubos inclinados, alcanzando a once los quemadores de cada
caldera, engendrando una presión en
colector horizontal de 225 libras por pulgada cuadrada.
Las
instalaciones de toda la compañía en la Bahía Algodonales consistían de dos
grandes edificios independientes entre sí, uno de los cuales contenía todo lo
referido a transformadores y aparatos de proyectar de alta tensión y en el otro
gran edificio se poseía todo referido a las calderas, a los turbogeneradores, a los cuadro de
distribución y artefactos de baja presión. También se poseían edificios para oficinas
otro para laboratorios y talleres mecánicos. “contiguo a la sala de calderas, se encuentra la parte del edificio
destinado a los servicios auxiliares compuesta de una sola nave y con una
extensión de 7 por 42 metros. En su obra húbose de emplear fuertes
construcciones de hierro para ir instalando en su piso superior cinco depósitos
de hierro de un contenido total de 600 metros cúbicos, para almacenar agua de
mar, agua dulce y petróleo para la combustión. En esta parte del edificio se
hicieron también considerables excavaciones a causa de que las bombas de
refrigeración para los condensadores de las turbinas aquí montadas debían estar
a una altura de 2,45metros por encima del nivel del mar, siendo así que el piso
exterior colindante se encontraba a 9,6 metros más alto que el nivel referido”.
[4]
Según
Gerardo Martínez, Tocopilla y la planta eléctrica “con su capacidad ampliada en la década del treinta, superaba la
potencia de Electric Power, que abastecía de electricidad a Washington D.C. De
la energía entregada por la planta de Tocopilla, entre un 75 % y 85 % eran
destinadas al proceso electrolito”[5].
Desde
allí, hasta 1938 es denominada como “Planta de Baja Presión”, desde sus
originales cuatro turbogeneradores hasta la Unidad 8. A partir de 1959 se ponen
en servicio tres unidades a petróleo pesado, sucediéndose el desarrollo de la generación a carbón, con
cuatro unidades, sumándose a ellas el servicio de tres turbinas a gas, como
respaldo.
En
el 2001 se implementa la unidad a gas
natural de ciclo combinado, con una potencia de 400 MW.
Como
institución pasa, en 1971, a manos del Estado chileno, y posteriormente a CODELCO,
como parte de la División Chuquicamata. En 1987, con la creación del Sistema
Interconectado del Norte Grande, se constituye la División Tocopilla, lo cual deviene en una gestión orientada
específicamente a la generación eléctrica, transformándose en la generadora más
grande del país.
En
1995, el Directorio aprobó su transformación a Sociedad Anónima, constituyéndose la sociedad
entre CODELCO (99,0%) y CODELCO Services Inc. (1,0 %) con el nombre de Central
Termoeléctrica Tocopilla S.A. El proceso de transformación culmina con su
privatización y la incorporación de un socio, la Inversora Eléctrica Andina
S.A.
[1] Arch.
Gobernación de Tocopilla. Decreto N° 457, 28 de marzo de 1914. Intendencia de Antofagasta, a través del Sub
Secretario del Ministerio del Interior.
[2]Martínez
Rodríguez, Gerardo, en “Orígenes y desarrollo de Chuquicamata bajo
la Chile Exploration Company” 1943.
Pág. 214.
[3] Ibídem. Pág.
215
[4] La Riqueza minera de Chile. Santiago: [s.n.], 1921-1933.
12 v., n° 96, (oct. 1930), p. 207-217
[5] Martínez
Rodríguez, Gerardo, en “Orígenes y desarrollo de Chuquicamata bajo
la Chile Exploration Company” 1943. Pág. 215.
[6] Todos estos
datos fueron proporcionado por el Hospital de Tocopilla, con motivo de la
Cuenta Pública realizada en abril del año 2011. Luego, fueron corroborados por la prestigiosa revista Qué
Pasa, la cual en su edición N° 2089 del
22 de abril de 2011 publicó un reportaje pertinente con la catastrófica
realidad ambiental, llamado “La Mancha
Negra del Desierto”.
[7] Los enfermos de cáncer que viven en Tocopilla, tienen
que viajar a Antofagasta para largas sesiones de evaluación y tratamiento,
porque no se cuentan con especialistas en la ciudad. Para muchos tocopillanos
en esa condición, esos 186 kilómetros de ruta son totalmente traumáticos en el
sentido de no saber si regresaran. La agrupación Adaec, organización de ayuda a
los enfermos de cáncer en Tocopilla, en nueve años, han ayudado a más de 400
personas. De ellos, hoy sólo 66 están vivos. (abril 2011). Por lo general los
síntomas pasan por dolores de cabeza,
carraspera, alergia, problemas a la
vista y la garganta.
jajajaj..como es la cosa.muchos decian que llegaria la alegria al momento de la dictadura,despues de eso,quedo todo bajo manos privadas y le cortaron muchos privilegios,luz,agua entre otras cosas....el tremendo premio que le dio la democracia a los que trabajaban en aquella termoelectrica
ResponderEliminar