El 20 de diciembre de 1967, un fuerte terremoto nocturno afecta al
puerto. Ante dicho fenómeno, las decenas de casas colapsadas dieron pie a un
extenso proceso de demolición, luego, otro de reposición y restauración de casas
particulares y edificaciones públicas.
Desde allí, se instauraría un transcurso que a la postre, también
significaría un devenir de expansión y acrecentamiento urbano. Dentro del mencionado
proceso, se construyen obras que, por sus dimensiones eran inéditas, tal es el
caso de los edificios construidos en la Avenida Prat entre Manuel Rodríguez y
Washington, en un rango cronológico que abarca 1969 y 1971. Asimismo el
grupo de edificios de cuatro pisos construidos en el mismo formato en Calle
Esmeralda con Washington.
Prontamente se iniciaba la reconstrucción de la Iglesia Sagrado
Corazón de Jesús, el Banco del Estado entregaba diez casas para sus empleados
en calle Matta pasado Bolívar. Y también se entregaban ochenta viviendas en el
sector sur de la ciudad, sumándose las casa de la Villa Covadonga y en el sector
de Caleta Boy, en el llamado “Plan Anaconda”. Se incorporaban también nuevas
casas en la Población Santiago Amengual, ubicada en calle Matta entre las
calles Freire y Washington.
Entre las reparaciones más simbólicamente importantes, estaba la
restauración completa de la fachada del Teatro Nacional perteneciente a la
compañía Bidwell y la refacción del Liceo Mixto, el cual había sido inaugurado
el año 61. Dicha restauración duró 10 meses.
El año 68, se constituye el Comando Costero de Tocopilla, el cual
pretendía unir, a través de un camino que siguiese la franja indicada por la
cordillera del litoral, el puerto salitrero con el pujante Iquique.
Sin duda que el crecimiento más significativo fue hacia el sector
noreste del puerto, con la llamada Operación Sitio, que implicó poblar todo el
yermo sector que colinda con el Cementerio Nº 3. Allí, se instalaron mediaguas y
barrios de emergencia para poder paliar la crisis post sísmica. En dicho lugar se
constató la división en más de 600 predios y la instalación de viviendas
autoconstruidas por los vecinos, agregando la construcción de pozos sépticos,
para estas viviendas de extraña modalidad en cuanto a lo provisorio, pero a la
vez definitivas en estos barrios organizados con calles bien definidas.
Posteriormente esta población se denominó Eduardo Frei Montalva, en
homenaje al Presidente quien visitó el puerto en plena emergencia.
Otro sector significativo dentro de esta amplificación urbana, fue el
surgimiento de la población “La Patria de Tocopilla”. Aunque su fecha exacta
de fundación no ha sido precisada, fue en el año 1967 cuando comenzaron a
instalarse algunas viviendas informales a través de la modalidad en boga en la
época: la Toma de Terrenos. Cartones, calaminas, cholguanes y latones servían
para alcanzar el sueño de la casa propia.
La Toma de Terrenos de “La Patria de Tocopilla”, no es aislada porque
surge en un contexto en donde el problema de la vivienda era el centro de la
problemática social de ese entonces, en la medida que se saturaba el
“conventillo” o los cites y se reproducían las ocupaciones espontáneas de tierras
en desuso, lo que se conoció con el nombre de “Poblaciones Callampas”.
La Toma de Terrenos en Tocopilla, como acción colectiva organizada,
significó en la práctica una fractura radical con las lógicas institucionales y con
el principio fundamental de las democracias liberales: la propiedad.
De hecho,la acción directa que caracteriza a la toma, es portadora de una legitimidad
basada en la necesidad y en la noción de derecho a la vivienda, situándolo sobre
la legitimidad procedimental. En una toma de terreno es el valor de uso del
territorio el que prevalece por sobre el valor de cambio de la propiedad de la
tierra.
Asimismo, la Toma de “La Patria” permitió visualizar a un actor social
que hasta ese momento ni siquiera era considerado como existente en el espacio
público, por lo que también estaba fuera del radio de acción de los partidos
políticos de izquierda, que orientaban su praxis esencialmente al sector obrero.
Con la Toma irrumpen los Pobladores como sujetos sociales capaces de remecer
y desbordar la institucionalidad vigente, demostrando que no sólo estaban
preparados para enfrentar directamente al Estado, sino que sobre todo podían
tomarse las soluciones y construir sus propias alternativas.
La ocupación de este espacio eriazo en Tocopilla, fue antes del
terremoto de 1967. Sin embargo, como efecto de este terremoto, la población
naciente vio crecer aun más sus barrios. Siendo en el año 68 la instauración de
Junta de Vecinos, como así lo señala la primera acta.

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