Oficina Salitrera Pedro de Valdivia. Archivo (c) Damir Galaz-Mandakovic Fernández.
Las Fiestas Patrias se celebran con el fin de conmemorar el inicio del proceso de formación de Chile como un Estado Nacion autonoma de la Corona Española. Todo este proceso de independencia se inició históricamente con la proclamación de la Primera Junta de Gobierno el 18 de septiembre de 1810. Erróneamente, en algunas oportunidades se habla de esta fecha como "dia de la independencia", sin embargo, la firma del Acta de Indepencia recién se realizaría el 12 de febrero de 1818.
Las Fiestas Patrias se celebran con el fin de conmemorar el inicio del proceso de formación de Chile como un Estado Nacion autonoma de la Corona Española. Todo este proceso de independencia se inició históricamente con la proclamación de la Primera Junta de Gobierno el 18 de septiembre de 1810. Erróneamente, en algunas oportunidades se habla de esta fecha como "dia de la independencia", sin embargo, la firma del Acta de Indepencia recién se realizaría el 12 de febrero de 1818.
La celebración
anual del 18 de septiembre se ha realizado en Chile desde 1811, en un inicio como
celebración del establecimiento de la Junta y luego como celebración del
proceso independentista. La única excepción fue entre 1814 y 1817 llamado el período de la Reconquista.
201
años después, evocamos las primeras tareas
ejecutadas por aquel suceso del 18 de septiembre de 1810, entre ella; ampliar
y reorganizar las tropas del Ejército Chileno, Convocar a un Congreso Nacional,
Declarar el libre comercio internacional y Establecer las Comunicaciones con la Junta de Buenos Aires.
Como
nortinos debemos incorporarnos a la celebración, desde lo que somos y desde lo
que poseemos, aunque seamos chilenos hace 132 años como producto de una guerra.
Como tocopillanos, debemos tomar este "18" como una oportunidad para rescatar
nuestra identidad vinculada con la pesca, la minería, el salitre y cobre, con
el cactus, el pimiento y el jote. Nuestros símbolos construidos por los
nortinos en base a lo que nos posibilita la geografía y lo que nos proporciona
el medio.
En ese contexto, no CAMBIEMOS el cactus por el copihue, el
zorro por el caballo, la minería por la agricultura, el pintatani por la
chicha, el cachimbo por la cueca, la calapurca por la cazuela. No cambiemos la limpieza de canales por la trilla, el
chullo por la chupalla, ni los peroles por la empanada, al chango y atacameño
por el huaso, el charango por la guitarra, no cambiemos el NORTE por el
SUR. El norte, Tocopilla, sin copihues,
también es Chile. Tocopilla, sin rodeos ni chicha, también es Chile. Pero con sus
pescados, mariscos y mineros.
Cada 18
de septiembre se transforma en una fecha
valiosa, un motivo de celebración que nos permite conmemorar lo que somos
como nación y por sobre todo lo que hemos logrado en estos 201 años. Es un
momento crucial para reflexionar sobre lo que hemos hecho bien y lo que debemos
cambiar y mejorar en los próximos años. A partir de ese análisis, el 18
de septiembre, nos brinda una
oportunidad única para sentirnos orgullosos de lo que somos, y soñar el país
que queremos y así construir un país para todos.
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