En el contexto del desarrollo regional, el tema de
la identidad comunitaria, asimismo regional,
es cada vez más reconocida como un aspecto clave para el impulso
territorial. Desde la perspectiva del desarrollo humano, la identidad regional
no se considera un fin en sí misma, sino un medio que puede potenciar el
desarrollo de las personas. Se entiende que la identificación de los habitantes
con su región favorece el arraigo y el fortalecimiento de las raíces y, con
éste, un mayor compromiso y participación en el desarrollo[1].
No obstante, no debe dejarse de lado que,
en uno de sus extremos, la identidad regional puede convertirse en un proceso
excluyente con aquellos que no son
considerados de la región.
Importante es dimensionar que, difícilmente puede
surgir una identidad local claramente definida si no se añade el sustento de
instituciones que garanticen el reconocimiento y la confianza entre los
miembros de la de la misma localidad. El término institución se entiende en un
sentido amplio que abarca los códigos informales de conducta y comportamiento tales como normas de comportamiento,
convenciones y códigos de conducta auto impuestos y las reglas formales, tales
como las leyes de los países o bien las políticas y los impulsos otorgados por
los municipios. Las personas y las organizaciones son los agentes o actores de
dichas instituciones, mediante las cuales se reproducen y fortalecen la
territorialidad y los símbolos generadores de identidad.
Según el estudio realizado por el Observatorio
Regional de Desarrollo Humano (2005) La historia y la literatura han vinculado a
la Región de Antofagasta con imágenes de la minería del salitre y el cobre y de
los entornos naturales del desierto y la costa. Sin embargo, “casi un tercio de los encuestados considera
que, en estos momentos, no existe una imagen compartida de la Región y más de
un 10% no responde o no sabe si existe esta imagen”[2].
Este estudio señala que en la situación por comunas, destaca la situación de
Tocopilla, “…en donde casi el 75% de los
encuestados considera que no existe una imagen de la Región, no sabe o no
responde si existe. Dada la importancia que tienen las imágenes compartidas
para la formación de identidad regional, este resultado podría apuntar al
debilitamiento y la fragmentación comunal del patrimonio simbólico de la región”.
[3]
Esta publicación
indica la asimetría existente
entre las ciudades consultadas en cuanto a compartir imágenes regionales como
signos de identidad. La fragmentación y el carácter periférico de Tocopilla se constituyen
como alarmantes en términos de integridad regional.
“En
Antofagasta, la imagen representativa de la Región es, con un alto grado de
acuerdo (71,4%), La Portada, seguida por la minería y el desierto. En Calama,
por su parte, predomina la imagen de “región minera”. El cobre y Chuquicamata
acumulan cerca del 60% de las respuestas, seguidas por el desierto. En esta
comuna, destaca además que, si bien la mayoría de encuestados afirma la
existencia de una imagen compartida de la Región, un porcentaje elevado (más
del 20%) no parece capaz reconocer cuál es o no responde la pregunta. El caso de la comuna de Tocopilla hace más
evidente la carencia de imágenes compartidas por todos los habitantes de la
Región y revela incluso la falta de imágenes de referencia para algunos de
ellos. En primera opción, una gran mayoría no responde la pregunta, mientras
que la imagen más reconocida, el cobre, lo es sólo por un 11,9% de los
encuestados. Más aun, cuando se pregunta en esta comuna por una segunda imagen
que represente a la Región, alrededor del 80% de la población no responde”. [4]
En la lógica de esta
indagación se puede afirmar que, en
Antofagasta y Calama, más que imágenes regionales compartidas, existen
referentes comunales diferenciados, la Portada y la minería respectivamente,
por su parte en Tocopilla, no parece
identificarse ninguna imagen representativa de la Región. Sabido es que Tocopilla
al ubicarse al centro de los dos grandes polos regionales, no se integran en términos
económicos ni administrativos, Tocopilla se aparta. Los factores territoriales
que pueden contribuir a la carencia actual de imágenes compartidas en la Región
son, asimismo, el centralismo interno y
la función que cada comuna cumple en el sistema de ciudades de la región. Las
comunas de Antofagasta y Calama concentran casi el 90% de la población y
constituyen, respectivamente, el centro político administrativo y el centro
económico del Territorio.
Las
discrepancias funcionales entre ambas comunas pueden estar interviniendo en las
distintas imágenes en las que se reconocen sus habitantes, más vinculadas y
enlazadas a un monumento natural, en
Antofagasta, y más relacionadas con la minería, en Calama. Por otro lado, la
situación periférica de Tocopilla, puede llevar a que sus habitantes no se identifiquen
con las imágenes de los centros administrativo y económico de la Región de
forma que no reconocen imágenes compartidas. Es puerto salitrero, pero no
integrado al concierto regional. [5]
En ese escenario, Tocopilla necesita consolidar los
aspectos que configuran su identidad y sello en la región, para que desde allí pudiese
marcar una presencia marcada, en base a una raíz y matriz de memoria y de identificación,
desde lo local a lo regional.
[1] Atienza y
Barrera en “Identidad Regional en la
Región de Antofagasta” documento de trabajo 00/2005 Observatorio Regional
de Desarrollo Humano ORDHUM.
[2] Este resultado
es, además, independiente de la edad de las personas encuestadas por lo que no
parece que la debilidad de las imágenes regionales sea un fenómeno reciente que
afecte sólo a los más jóvenes.
[3] Atienza y
Barrera en “Identidad Regional en la
Región de Antofagasta” documento de trabajo 00/2005 Observatorio Regional
de Desarrollo Humano ORDHUM. Pág. 15.
[4]
Ibídem Pág. 16.
[5]
Ibídem Pág. 17.

me gustaría publicar su pequeño blog con esta historia de tocopilla en contenidos locales, seria un honor para mi
ResponderEliminar