En la puerta del Muelle Fiscal enrejado y la venta de albacoras y tiburones; estos últimos llamados eufemisticamente "albacorillas". En la eterna interacción entre el mar, hombre/mujer. Entre el medio geográfico que otorga las posibilidades de desarrollo y el humano que aprovecha las determinaciones del espacio. Entre la alimentación y la economía. En la reciprocidad del intercambio sempiterno.
Rematadores, cuchillos, bandejas, bolsas, pesas digitales y el típico gato de muelle.
Fotografias de Holly Peterson. |
Me encanto estas fotos del muelle..como lo recuerdo a los pescadores...
ResponderEliminar